sábado, 19 de diciembre de 2020

15 de Enero

Estos grataos recuerdos de mi infancia y juventud todos los años íbamos a visitar al Señor de Esquipulas en ese tiempo era una odisea llegar, había 2 formas de hacerlo, por tren que nos llevaba Chiquimula y luego en vehículo hasta Esquipulas mínimo 2 días de camino muy incómodo, es lo que daba sabor a la peregrinación, lograr llegar daba una gran satisfacción, en carro casi siempre era en 2 días llegar a Jalapa y dormir allí y al siguiente día a Esquipulas un poco menos cansado, mi abuela paterna tenía unos familiares en Jalapa los que pasabamos a visitarlos hacían un queso seco con olor a pata chuca pero de inigualable sabor nos regalaban una marqueta (50 libras más o menos), desayunábamos en San Pedro Pinula de allí las quesadillas eran famosas, solo mi abuela materna las hacía igual, un desayuno muy fuerte y algo tarde, continuábamos y al llegar a la piedra de los compadres 2 enormes piedras en equilibrio que las personas contaban eran 2 compadres que tuvieron relaciones sexuales y Dios los castigó haciéndolos piedras, les colocaban adornos ramas de pino y candelas, este punto era importante ya que era el sitio donde mi mamá y toda la familia la seguíamos en el Santo Rosario y sus letanías que las terminábamos en el atrio del majestuoso templo, ver la imagen del Cristo negro llena de mucha paz, este cristo es obra de un escultor indígena de nombre Quirino Guillen, en madera de naranjo de una sola pieza, son 2 las que hizo la de Esquipulas y la de Juayúa en Sonsonate iguales y muy veneradas.

Santa Ana 19 de diciembre del 2020

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