martes, 10 de noviembre de 2020

Dr. Raúl Grimaldi




El más querido de mis maestros, que ha sido mi inspiración para para el desempeño de mi vida de pediatra; lo conocí cuando viene a mi ciudad natal a hacer los cursos electivos y a evaluar la posibilidad de que se hiciera el internado acá en Santa Ana, el recibimiento no pudo ser más frío ya que ordenó que nuestras indicaciones no se cumplieran sin su aval, a la semana éramos los dueños de la pediatría.

La mortalidad sufrió un sensible descenso del 80% al 20% lo medí por que era una forma de evaluar; tengo que decir que era enemigo de la estadística decía que era una perdida de tiempo, por ello discutimos mucho.

Pero su mejor enseñanza ha sido ser autodidacta, risible a el no le gustaba los artículos de revistas, estas son para los especialista no obstante era lector de las Clínicas Pediátricas de Norte América y otras, amaba los libros y decía que el era tacaño y por eso los leía de pasta a pasta (de la primera página a la última).

Su mayor amor era la pediatría de Nelson compraba cada edición y la anterior la regalaba al Departamento, esa fue la base de la biblioteca del DPHSJDDSA.

En una ocasión le pidió a la jefe de enfermeras que le trajera a Nelson el administrador del hospital era un Sr. de nombre Nelson como no aparecía lo fiemos a traer nosotros, leímos y salimos de la duda, en ese momento apareció la enfermera que venía non el administrador me costó pero aquí está Nelson nos tiramos la carcajada.

No le gustaba escribir y era una lucha de escribiera sus opiniones y pusiera las indicaciones yo le decía ponga la mosca ya que su firma me parecía una mosca; en una ocasión de dijo venga Chepito léame que jodidos escribí.

En la foto se le ve muy triste, el no era así era alegre, dicharachero y muy enamorado, disfrutaba de la vida, le encantaba la cacería y tenía muchas armas y las sabía usar bien, en una ocasión sufrió un atentado con una granada y se defendió de excelente forma evitando que lo mataran.

Por esta pasión por las armas tenía muchos rifles, pistolas, las desarmaba y limpiaba y se lo enseñó a sus hijos que eran muy duchos, le encantaba la carne de venado, los dulces eran su delicia con ellos se quedaba bien con el.

En una ocasión se dio cuenta que nos habíamos tomado nuestros tragos, ese día la clase fue la escala de Jellinek con la consabida loga, cuento esto por que el era AA en período de abstinencia, tenía su propio grupo, decía que teníamos que tocar fondo para recuperarnos, cosa necesaria para todas nuestra adicciones.

Se operó de cataratas con lente intra ocular quedando con visión perfecta ya no usó lentes. La operación que no le funcionó fue la de la próstata, le recomendaron una transuretral y esta diseminó el Ca de próstata que lo llevó rápido a la muerte, su amor por su nieta lo hizo que aceptara la hospitalización muriendo en pocos días.

Su vida fue más intensa pero este es un pequeño resumen Roberto se hace evangélico, como era su costumbre profundizo en le fe y leía a Lutero, Calvino grandes de la reforma, este tema nunca lo tratamos. 

Santa Ana, 10 de Noviembre de 2020.





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