Cuando trates a un paciente de la red nacional de salud, no haya diferencia diferencia alguna con el que te busca privadamente; no hagas distinción entre un ejecutivo y un jornalero del que paga o el que no. Recuerdo que cuando ejercía entró a mi consultorio una mujer menuda y me dijo no tengo con que pagarle la consulta de mi hijo yo deseo darle algo a cambio y empezó a quitarse la ropa, le dije no se preocupe lo atenderé, insistió, le quiero mostrar mi gratitud a cabio, no es necesario, lo voy a hacer, quedo vestida solo con un leotardo, en ese momento quedé perplejo realizo un acto de contorsionismo, uno de los mejores actos de este tipo que he visto, luego me relató que ese era su oficio, trabajaba en un circo, ese es uno de los mejores pagos que he recibido
No seamos prepotentes y permitamos que los pacientes expresen sus sentimientos.
Santa Ana, 14 de Octubre del 2021.
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