Los pacientes son hoy capaces de grabar nuestras interrogatorios de los pacientes lo más probable para usarlos en nuestra contra.
Este día mientras la Psicóloga le hacía una entrevista a una madre se dio cuenta que estaba grabando, le reclamó a la madre y le hizo ver que estaba destruyendo la confidencialidad que ella y su hija eran las más dañadas y que la podía demandar por su acción.
Era una madre cuya hija de 8 años le confesó que un primo de 18 años le había introducido el dedo en la vagina y que el agresor eyaculó en el vestido de la niña.
Al ahondar resulta que era un primo de la niña el agresor de la niña, la familia de éste la tenía amenazada y que para que supieran lo que se estaba ventilado la obligaron a grabar la conversación, bajo amenaza la obligaban a hacerlo. Lo más probable es que se trate de un delincuente de pandillas.
Este caso tiene matices especiales ya que la paciente fue referida del ISSS como sospecha de abuso sexual, en la emergencia se dijo que el caso ya lo conocía la fiscalía y el forense, la niña pide que sea una médico forense quien le practique el reconocimiento y así se hizo.
Señaló este caso para que estemos atentos cuando entrevistamos a pacientes pedirles que dejen el celular sobre el escritorio, si se niegan a hacerlo tomen una foto de la entrevista y que se acompañen de un testigo, al final levantar un acta y pedir que se firme por: Interrogada, autor de la entrevista, médico residente del área y enfermera, guardar la copia en nuestro archivo y en el expediente.
Recordemos es mejor un rato rojo y no muchos días pálidos, lógico en los casos de abuso.
Santa Ana, 14 de Junio del 2018.
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