jueves, 7 de febrero de 2013

Pizpireta


Fácilmente caemos


E mi trabajo hay días que nuestras decisiones puede afecta a inocente y debemos ser precavidos ya que destruiríamos lo que puede ser bueno con una falsa apreciación.

Este día tuvimos la oportunidad de conocer del siguiente caso: una niña de 3 años llego al hospital refreída de una unidad de salud por que la niña decía que su papi le tocaba los genitales y le dolías. La actitud de la unidad de salud es la correcta, enviar el caso para una correcta investigación, es un caso que debe ser tratado por un equipo multidisciplinario para una correcta evaluación, al revisar el expediente encontramos que es la segunda ocasión que la niña expresa que es tocada por el padre, el examen de los forenses no evidenció que la niña tuviera lesión física de abuso sexual, así que descartamos en cierta forma el abuso sexual, pero a qué se debe la insistencia de la declaración de la niña, ojo falla de los forenses deben de evaluar también los aspectos emocionales, no recurrieron a la evolución en el área emocional, todos sabemos que no siempre hay evidencia física, pero emocional sí.

Hasta acá el agresor es el padre, pero escarbando en el caso encontramos que el padre tiene un negocio de panadería que el con su esfuerzo lo inicia que al momento tiene 2 empleados y que crece, con el ha sostenido a 2 hijos de la señora  que no son de él, que está por reconocer al hijo mayor como suyo para que pueda ser legal el bachillerato de este, ¿Puede un hombre luchador y de buenos principios ser un agresor de su propia  hija? No nos cuadra esto, que además se presenta a sabiendas de que aparentemente es culpable de un delito y enfrenta a Psicóloga y trabajadora social, estando dispuesto a afrontar sus consecuencias. Todo esto nos hace dudar de la versión de la niña, quien lo platica sin mayor desenfado y temor.

La madre está indignada y exige que tomemos una decisión y que si su marido es culpable que sufra sus consecuencias, al ahondar ella relata que fue abusada por su padrastro y que su madre nunca le creyó a ella hasta que la madre presenció en abuso sexual de este hombre, pero le dijo que lo mejor era callar para que este agresor no fuera a la cárcel ya que ella no podía vivir sin él, es mas se dejó embarazar de su primer hijo para salir de su casa, su vida fue igual o peor con este hombre, ya que fue maltratada físicamente por el, como decimos en buen salvadoreño salió de las brasas a caer en las llamas, por esta razón todos los momentos que puede le dice a su hija que no debe dejarse tocar  por nadie, que si alguien lo hace así se su propio padre debe de decírselo, por un momento pensemos, que piensa una niña que todos los días escucha que nunca debe dejarse tocar, sus genitales por nadie que no sea ella.

Pensemos por un momento como va a ser la vida sexual cuando esta sea mujer adulta, desde ya podemos decir que ha sido castrada desde hoy, si no se le ha quitado el clítoris físicamente mentalmente sí.
Pero veamos cómo es la actitud de la niña, yo la calificaría como pizpireta, inteligente, sin temor, se ve una niña sana, feliz, juguetona, no califica dentro de lo que esperamos de un niño abusado que puede ser:  retraídos, terneros, irritables, no socializan, o ser agresivos, destructivos, introvertidos, con frecuencia lloran, no se ven normales.

Cuando la niña ve al padre lo abraza, lo besa y acaricia, le expresa que lo ama, no califica para una niña abusada.

Gracias a Dios fuimos prudentes y consideramos que 1-La madre debe recibir tratamiento psicológico para superar su trauma, 2-Que la niña también se le dé eses tratamiento para que pueda tener una vida sexual sin miedos y que disfrute, 3-Continuar siguiendo el caso.
Si actuamos visceralmente, destruimos un hogar, encarcelamos a un inocente y el problema continúa.
Santa Ana, 07/02/13.

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