martes, 30 de junio de 2015

El viejo.

Titulo desagradable para referirme a una persona tan querida por mí y por muchos Santanecos que tuvimos la oportunidad de conocerlo y admirarlo pero que fue un gran maestro de muchas generaciones, pero quiero narrar la historia de este hombre insigne que no siendo santaneco amó tanto a este pueblo que se consagro a el en cuerpo y alma. El forjó el espíritu de muchos hombres importantes de este país que han sido presidente de más de alguno de los tres poderes del Estado Salvadoreño y que la vida en la diáspora de este terruño generoso los ha diseminado por los 4 rumbos cardinales y que forman a muchos otros siempre con las valores humanos bien claros como son: reconocerse seres humanos, solidarios con los demás, dispuestos a servir, leales a sus ideales, honrados a carta cabal y lideres en sus campos como ejemplo del grupo de la promoción de bachilleres 1960 un ingeniero de la nasa, un dirigente del sindicato de trabajadores de la unión americana, 3 abogadas y un abogado, 4 médicos todos destacados en sus especialidades, 4 ingenieros civiles, un Chef de cocina internacional, una Trabajadora Social y solo 2 no coronaron sus carreras, en muchas ocasiones el primero y segundo bachiller de la república eran de su colegio y su apodo nombre cariñoso era el VIEJO se llamaba Manuel Farfán  Castro, originario del pueblo de los ausoles Ahuachapán.




Llegó muy joven a esta ciudad a trabajar con el Presbítero Padre Núñez,  como sub-director de colegio San Luis, a la muerte del padre el colegio pasó a manos del Obispo de Santa Ana y fueron llamados los hermanos Maristas, un grupo de padres de familia le pidieron que fundara un Colegio que se llamó LICEO SANTANECO, el cual a su muerte fue desapareciendo ya que sustituirlo a él es imposible, algunos de sus ex alumnos pensamos que fue por falta de visión ya que bien se pudo formar una sociedad de ex alumnos y vender las acciones y estos administrar el colegio, pero Dios así lo quiso.

Pero la historia no es tan simple esto dividió a los jóvenes de esa época en grupos con grandes rivalidades en ambas partes de la formación en lo académico y en lo deportivo pienso que eso marcó a muchas generaciones, en el colegio jamás hubieron medallas y al final solo teníamos un apretón de manos al final del año y las clausuras eran sumamente sobrias.

GRACIAS DON MANUEL NUESTRO QUERIDO VIEJO.


Santa Ana, 30 de junio de 2015. 

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