Procura cada día unos minutos de esa bendita soledad que tanta falta te hace para tener una marcha en tu vida interior.
Esos momentos de recogimiento interior que hacen nuestro crecimiento interior, a la larga escuchar la voz del Altísimo, solo en nuestro silencio, para escucharlo tenemos que callarnos, Dios no habla en el bullicio, es difícil lograrlo pero debemos quedarnos callados para que Dios nos hable.
Santa Ana, 7 de marzo del 2022.
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