martes, 17 de abril de 2012

Mal comentario de un Jefe Médico.

Cuánto daño nos causamos los médicos con nuestros comentarios


Hace unos días un columnista de “El diario de hoy” al que yo respeto mucho pues generalmente estoy de acuerdo con sus apreciaciones me refiero al Sr. Paolo Lϋers, no lo conozco personalmente más que por sus cartas y editoriales  de los cuales soy un asiduo lector, quien es considerado por los de izquierda recalcitrante un traidor, pero para mi un hombre valiente ya que se apega a la realidad critica a la izquierda y la derecha, pero también aplaude las buenas acciones de ambas.

Pero en una carta dirigida a un paciente no hace que dar a los médicos como personas sin sentimientos ni ética, cosa que por muchos años he tratado de formar colegas, con etas cualidades, de las cuales estoy seguro que en el HOEPITAL SAN JUAN DE DIOS DE SANTA ANA más del 80% de mis colegas loas tiene, siempre habrá ovejas descarriadas.

El caso es el siguiente un adulto recibe herida de bala en la cabeza, es atendido en otro hospital y fue referido a este centro, como es lógico la familia se preocupa y se pregunta por qué no se opera este paciente para extraerse la bala, se dan cuenta los periodistas y hacen el alboroto y la pregunta es ¿Por qué no se opera? La respuesta es porque no se debe operar, en estos casos si el paciente está estable la bala puede pasar muchos años allí, lo que se debe de hacer es estabilizar el paciente las prioridades son estas: 1- Controlar la hemorragia si la hay, 2- Tratar el edema cerebral, 3- dar un aporte adecuado de Oxigeno  en otras palabras el ABC (A= vía aérea, B= respiración y C= circulación), hasta acá, no interviene el neurocirujano. Operar al paciente puede causarle más daño que beneficio, lo de la extracción de la bala es un mal resabio de lo Western americanos, que milagrosamente al extraer la bala el paciente se curaba, hoy 50 años después sé que esto es teatro no realidad. Si lo hiciéramos así estaríamos faltando al juramento hipocrático, no hacer más daño.

Me imagino que tomaron al director médico por sorpresa y habló más de la cuenta, no contestó la pregunta y pensó sacar provecho, pienso que razonó si les digo que no contamos con Neurocirujano 24 horas presionare al ministerio para que nos los den, lección número uno, contestar lo no que se nos pregunta, algo que no explicó el Director Médico de Hospital, que si bien es cierto que no hay Neurocirujano 24 horas estos al ser llamados acuden al auxilio de los pacientes, lo hacen voluntariamente, como un gesto de solidaridad humana y como un deber Médico, entiendo que las personas legas no tiene porque saberlo pero el ser Médico es un compromiso de servicio.

En los últimos tiempos hemos visto a médico formados en Cuba los que no sabemos si les inculcan estos valores médicos. Tengo que confesar que los “especialistas” formado allí y que he tenido la oportunidad de verlos actuar, dejan mucho que desear en cuanto a su formación profesional y pienso que no son éticos por aceptar plazas de Médico Especialistas sin estar capacitados para desempeñarlas, esto es harina de otro costal, por la alharaca de los medios informativos se le trasladó el paciente al Hospital Nacional Rosales, los especialistas estuvieron de acuerdo con el diagnostico y el tratamiento, intervinieron al paciente y se encuentra estable pero no le han resuelto su problema mayor las heridas de sus brazos.

Pienso en lo siguiente: solo se le agregó un riego mayor de viajar de Santa Ana a San Salvador, riesgo de accidente de tránsito, que tan necesario era extraer la bala ya que la puede tenerla de por vida sin causarle problema, se jugó con la posibilidad de aumentar el daño con la extracción, en el cerebro la diferencia para causar daño es de milímetros. Este caso nos hace recordar a OSCAR ALERTO QUITEÑO, portero del FAS y de la selección nacional de El Salvador, que tubo alojada en el cerebro hasta su muerte.

Por una mala intervención del Director Médico, se llevan de encuentro al Director del Hospital, a los médicos que allí laboramos, a la Sra. Ministra de salud y en general a todos los médicos del país. Dios quiera que este caso no caiga en manos de un ingeniero resentido contra el gremio que se ha especializado en demandas de mala praxis y haga que esta familia demande al hospital, habiendo hecho lo correcto.


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