jueves, 2 de julio de 2015

Difícil tarea la del forense.

Hoy me referiré a un caso muy especial y que se le pude pasar por alto a un buen forense por menospreciar la declaración de la víctima y perder su objetivo.

Se trata de un niño de escasos 3 años que vive de lunes a viernes con la abuela paterna y el sábado y domingo con la madre biológica, que notó que el niño presentaba cambios de conducta que pasaba de la calma a la ira extrema lo que llamó su atención y por esa razón es traído a consulta a la unidad de salud que le corresponde y examinaron al niño y lo interrogaron diciendo que un primo de 17 años lo trocaba, reportaron el caso a la fiscalía y a la junta de vigilancia, refiriéndolo de a el hospital para su investigación.

Fue ingresado y no se debe de hacer un examen exhaustivo en primer lugar para no contaminar la escena, en segundo lugar para no revictimizar al niño, es mas no se debe de bañar al niño para que se tomen muestras en busca de ADN del agresor y la ropa intima debe de secuestrarse, en forma ideal, desgraciadamente algunas veces los forenses aparecen después de 48 horas y lo ideal es menos de 24 horas ya que el abusado se siente sucio, aunque con bañarse no pierden la sensación de haberse limpiado.

La trabajadora social en su entrevista informa que el niño da el nombre del agresor, que es un primo del niño por lo que la madre no cree que el niño diga la verdad, tratando según ella de salvar a su familiar a costa del daño del niño, la víctima relata cómo lo colocó el agresor y que le introdujo el dedo en el ano, tiembla de temor al relatarlo.

Una confesión de este tipo no la hace un niño al menos que haya vivido la experiencia, desgraciadamente en este país todos tenemos techo de vidrio y la madre hace hincapié en confiese la abuela donde está el hijo  la abuela se comunica telefónicamente pero no dice donde está el padre de el niño, por lo que creemos que la abuela algo oculta.

Pero acá viene el informe del forense que dice que no encontró evidencia de abuso sexual con solo el examen físico, no se tomó la molestia de preguntar al niño que le había sucedido, y que se puede encontrar después de 72 horas del abuso, en estos casos el forense se debe acompañar de la Psicóloga forense y buscara la verdad.

En este momento en el salvador se discute la ley que permitiría en estos casos la castración química de los delincuentes, con lo cual se podría excarcelar a violadores perdiendo así su capacidad de hacer daño en forma permanentes y seguir trabajando para pagar su tratamiento ser vigilados de por vida. ESPERAMOS LA ASAMBLEA DE EL AVAL A ESTA NUEVA FORMA DE HACER JUSTICIA.

Santa Ana, 2 de julio de 2015.

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