Me escribías médico apóstol * Todos sabemos por experiencia que podemos ser castos viviendo vigilantes frecuentando los sacramentos y apagando los primeros chispazos de la pasión sin dejar que tome cuerpo la hoguera y precisamente entre los castos se encuentran los hombres más íntegros por todos los aspectos. Y entre los lujuriosos dominan los tímidos, egoístas, falsarios y cueles que son características de poca virilidad.
La castidad es una virtud difícil de alcanzar solo es posible con la ayuda de Dios que lo encontramos en el sagrario y en la comunión, de donde debemos tomar fuerzas para la batalla cotidiana, solos no podemos y Jesús nos dejó sus sacramentos.
Santa Ana, 16 de Febrero del 2021
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