¡Que hermosa es la Santa pureza! pero no es santa ni agradable a Dios si la separamos de la caridad.
La caridad es la semilla que crecerá y dará frutos sabrosísimos con el riego de la pureza.
Sin caridad la pureza es infecunda y sus aguas estériles convierten a las almas en una Charca inundada de donde salen vaharadas de soberbia.
Definitivamente la santa pureza no puede existir sin la caridad, es lo que fertiliza al alma para acercarse Dios, sin ella la soberbia la destruye, la asfixia, Bien lo afirma el Evangelio cundo la coloca como el segundo mandamiento y la señala con mucho énfasis.
Santa Ana, 6 de Febrero del 2021
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