Parece mentira pero es parte de mi vida, considero que al
inicio fue difícil hasta crear nuestras propias normas de atención ya que era frustrante
nuestra morvi-mortalidad, no era la principal causa de muerte por definición esta
enfermedad no es causa directa de muerte pero si es una condición que permite
que otras enfermedades nos maten, en los estudios de mortalidad infantil de OMS
y OPS de esa época se sabía que aumentaban la probabilidad de morir, un dato
que me impacto profundamente fue que si a un niño de Canadá presentaba diarrea
y a uno centroamericano la padecía este tenía 650 veces más de morir, teníamos que hacer
algo y con un impacto enorme en las muertes de nuestros niños.
Con la revisión de estudios
serios especialmente del INCAP (Instituto de Nutrición Centroamericano y
Panamá) con sede en Guatemala, conocíamos que las principales causas de muerte
de estos niños lo representaban las infecciones en su orden TGI, Pulmonares y
Sepsis, allí surge la idea que debemos tratar estas en forma inmediata lo que
conocimos como etapa de estabilización que suele ser en la primera semana y
luego de evitar que se mueran el siguiente paso es comenzar el tratamiento de
alimentación o fase de tratamiento que es de más o menos de 2 semanas y luego
la preparación para el retorno a su casa que es muy importante ya que se usa
para hacer que la madre conozca las causas y evitar los reingresos, ya no es
solo que no se nos mueran sino que no regresen al hospital por la misma causa.
Han sido importante el
tratamiento de la Rehidratación oral, como pilar fundamental, la vacunación
infantil con buenas coberturas, sensibilizar a Médicos, Enfermeras e
inspectores de Salud, pero en este programa lo más importante Ayudante rural de
salud, que en este momento no recuerdo el nombre como se le conoce ya que este
vive en la comunidad y puede hacer una vigilancia de estos niños.
Desgraciadamente hoy el problema
es que no son desnutriciones primarias sino que secundarias a la cabeza las cardiopatías
congénitas, enfermedades del metabolismo, genéticas como la Trisomía 21, Reflujos
gastro-esofágicos y muchas más, no quiero dejar pasar de alto las aberraciones
nutricionales como son la bulimia y la anorexia nerviosa.
Para complicarnos más hoy
enfrenamos ya la epidemia mundial de la obesidad infantil y en nuestro servicio
es de aproximadamente de un 10% de los ingresados, estamos diseñando un
programa especial para enfrentar este duro problema, cuando ya esté bien
conformado lo daremos a conocer.
Santa Ana, 24 de abril de 2015.
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