viernes, 24 de abril de 2015

Cambios de la desnutrición en el Hospital Nacional San Juan de Dios de Santa Ana de 1969 al 2015.

Parece mentira  pero es parte de mi vida, considero que al inicio fue difícil hasta crear nuestras propias normas de atención ya que era frustrante nuestra morvi-mortalidad, no era la principal causa de muerte por definición esta enfermedad no es causa directa de muerte pero si es una condición que permite que otras enfermedades nos maten, en los estudios de mortalidad infantil de OMS y OPS de esa época se sabía que aumentaban la probabilidad de morir, un dato que me impacto profundamente fue que si a un niño de Canadá presentaba diarrea y a uno centroamericano la padecía este tenía  650 veces más de morir, teníamos que hacer algo y con un impacto enorme en las muertes de nuestros niños.

Con la revisión de estudios serios especialmente del INCAP (Instituto de Nutrición Centroamericano y Panamá) con sede en Guatemala, conocíamos que las principales causas de muerte de estos niños lo representaban las infecciones en su orden TGI, Pulmonares y Sepsis, allí surge la idea que debemos tratar estas en forma inmediata lo que conocimos como etapa de estabilización que suele ser en la primera semana y luego de evitar que se mueran el siguiente paso es comenzar el tratamiento de alimentación o fase de tratamiento que es de más o menos de 2 semanas y luego la preparación para el retorno a su casa que es muy importante ya que se usa para hacer que la madre conozca las causas y evitar los reingresos, ya no es solo que no se nos mueran sino que no regresen al hospital por la misma causa.

Han sido importante el tratamiento de la Rehidratación oral, como pilar fundamental, la vacunación infantil con buenas coberturas, sensibilizar a Médicos, Enfermeras e inspectores de Salud, pero en este programa lo más importante Ayudante rural de salud, que en este momento no recuerdo el nombre como se le conoce ya que este vive en la comunidad y puede hacer una vigilancia de estos niños.

Desgraciadamente hoy el problema es que no son desnutriciones primarias sino que secundarias a la cabeza las cardiopatías congénitas, enfermedades del metabolismo, genéticas como la Trisomía 21, Reflujos gastro-esofágicos y muchas más, no quiero dejar pasar de alto las aberraciones nutricionales como son la bulimia y la anorexia nerviosa.

Para complicarnos más hoy enfrenamos ya la epidemia mundial de la obesidad infantil y en nuestro servicio es de aproximadamente de un 10% de los ingresados, estamos diseñando un programa especial para enfrentar este duro problema, cuando ya esté bien conformado lo daremos a conocer.


Santa Ana, 24 de abril de 2015. 

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