Conviene que conozcas esta doctrina segura: el espíritu propio es un mal consejero, mal piloto para dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos de la vida interior
Por eso es voluntad de Dios que la dirección de la nave la lleve un maestro para que con su luz y conocimiento, nos conduzca a puerto seguro.
Nuestra vida es una tempestad y es necesario tener una persona que nos ayude a conducirnos a puerto seguro, consejero espiritual es indispensable para no perdernos en este mal.
Santa Ana, 16 de Octubre del 2020.
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