No estorbes la obra del paráclito, únete a Cristo para purificarte y siente en Él los insultos y bofetasos ... las espinas y el peso de la Cruz ... los hierros rompiendo tu carne y las ansias de la muerte en desamparo ... y mete en el costado en el costado abierto de Nuestro Señor Jesús hasta hallar cobijo seguro en su llagado Corazón.
Al leerlo me sentí como viendo la película de Mel Gibson de la pasión de Cristo, trasladándonos su cruda película, pensar que así Cristo pagó por mis pecados, deseo tener siempre su pasión y así ser menos pecador.
Santa Ana, 13 de Octubre del 2020.
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