Cuando veas el rostro severo y amenazante de tu paciente o sus familiares al entrar a tu consultorio, piensa que es la careta del miedo a la enfermedad, o al dolor, o la muerte... Temor también a tu sentencia, a tu veredicto final. Todo cambiará con tu gesto amable, seguro de ti mismo, sonriente .... Y entonces te convertirás ... ¡En el Amigo que quiere ayudar!
Hay ocasiones que el paciente y su familia parece amenazarnos como médicos debemos tener empatía con el paciente y sus familiares, de nuestra actitud depende un buen resultado para el y su familia, en cuanto a diagnóstico o su curación, al final todos quedemos satisfechos.
Santa Ana, 17 de Julio del 2021.
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