Leíamos tu y yo --- la vida heroicamente vulgar de aquel hombre de Dios. Le vimos luchar durante meses y años (¡qué contabilidad la de su examen particular!) a la hora del desayuno hoy vencía, mañana era vencido --- Apuntaba no *tomé * ojalá vivamos --- tu y yo --- Nuestra tragedia de la mantequilla.
Este ejemplo de un acto cotidiano uy simple, pero que a los ojos de Dios es bueno, cuantas cosas que nos ocurren cada día y que podemos ofrecer como mortificaciones aprovechar cada día y construir un ramillete de pequeñas cosas, simples pero agradables a Dios.
Santa Ana, 30 de Junio del 2021.
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