Te ha dolido --- como una puñalada en el corazón --- que dijeran de ti que hablaste mal de aquellos sacerdotes --- Y me alegro de tu dolor: ¡ahora si estoy seguro de tu buen espíritu!
Nos sentimos muy mal al ver o escuchar hablar mal de los sacerdotes duele mucho, pero vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga dentro de nuestro ojos, son seres humanos con la diferencia que ellos ha recibido un llamado especial; orar por ellos es la mejor forma de agrádeseles y pedir por las vocaciones sacerdotales.
Santa Ana, 20 de Noviembre del 2020.
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