¡Como debemos admirar la pureza sacerdotal! ---Es un tesoro. --- Ningún tirano podrá arrancar jamás esta corona.
Es un don de Dios, una concesión especial de los sacerdotes que muchas veces ellos violan, por eso serán juzgados con más rigor cuando sea llamados
Por eso debemos orar con mucha fuerza para que la conserven son humanos escogidos, pedir por ellos es nuestro deber.
Santa Ana, 16 de Noviembre del 2020.
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