Haz este propósito determinado y firme, acodarte de aquello que te avergüenza, esto es tuyo la alabanza y la gloria de Dios.
Lo que nos avergüenza y sonroja son nuestros pecados, son propios y debemos superarlos, ese yo interno que solo nosotros y Dios conocen, pero si no los confesamos quedan siempre presentes, los católicos gracias a Dios contaos con la confesión o sacramento de la penitencia forma segura de limpiar la culpa, quedándonos la expiación en el purgatorio.
Santa Ana. 26 de Septiembre del 2021.
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