Estos casos me indignan y me hacen sentirme defraudado de los Jueces
de este país para ello solo tengo 2 explicaciones o se venden que sería lo
peor, o están deshumanizados.
Llega al departamento de Pediatría de nuestro hospital un niño
referido de un hospital periférico por sospecha de abuso sexual y que había
sido reconocido por Medicina Legal de la ciudad con la siguiente historia que
un adolescente de 16 años había abusado de él, los colegas de la emergencia
describen que hay dilatación el ano y una fisura, siendo ingresado al departamento,
se trata de un niño de 3 años con 8 meses, con estado nutricional adecuado por
sus medidas antropométricas adecuadas para su edad, el resto del examen no
revela otros datos de patología tuvimos la oportunidad de interrogarlo junto
con la Lic. En trabajo social, el niño narra con lujo de detalles lo que le
ocurrió “El fulano de 16 años me puyó atrás y me hizo de le chupara la paloma y
me decía verdad que es rico seguí” como regla general los niños dicen la verdad
a pesar de que los adultos queremos ocultarla, creo que hay evidencia física y
declaración confiable del abuso.
Pero que pasó en este caso el agresor fue detenido pero el juez
amparado en los forenses quienes para ellos al niño no le pasó nada, me
pregunto cómo es que los residentes encontraron los hallazgos descritos y los
forenses no encontraron nada, que no hablaron con la víctima y con la familia
de de él.
Para colmo de males el agresor viven a pocas casas del agredido, evidentemente
con una diferencia de poder físico muy grande a favor del agresor, quiero
sentar en este momento que la principal cusa de
abuso es la diferencia de poder que la cumple esta caso, la segunda
aunque no se encuentre evidencia física es el relato de la víctima, con su
testimonio basta, pero si el juez fuese diligente pudo pedir el reconocimiento de
la Psicóloga forense la que lo hubiese orientado en la conducción del caso.
Deseo no ser duro con medicina legal y pienso que puede estar
presionado por el agresor, no sabemos si pertenece a las maras, las que pueden
atemorizar a los forenses e incluso matarlos, desgraciadamente los reconocimientos
legales pueden estar en mano de los abogados defensores y esto revelarlo al
agresor, debemos procurar buscar forma de blindar a los forenses y así hacer más
transparente nuestra justicia, usar cámaras (cubículos que permiten ver y oír
al delincuente y que este no vea a los fiscales ni familiares de del agredido),
no quiero pensar que se venden para favorecer a un delincuente y don dinero es
poderoso y se puede comprar voluntades, estos antisociales son capaces de todo
y que la extorsión es muy lucrativa y con el sistema carcelario nuestro fácil dan
ordenes para la recolección de fondos para soborno y amenaza.
Hace unos días el Alcalde de San Miguel Wil Salgado asegura que si se
depura el sistema judicial y la PNC pronto veríamos la pacificación, ambas instituciones
están invadidas por este cáncer de la corrupción. Este alcalde no es santo de
mi devoción pero por esta sola vez creo
que tiene razón.
Pienso que la denuncia es nuestra única arma contra la delincuencia,
pero somos un país con un estado cercano a convertirse en estado fallido, los
delincuentes, ha acaparado el poder y todos decimos amen por miedo, pero el
problema no es este el pueblo se cansa y
muy pronto va a tomar la justicia en sus manos, desgraciadamente nuestro flamante
presidente ha vetado un ley que es para protegernos y admitiendo uno de los principales
criterio la defensa propia, el hombre llega un momento en que estalla y agrede
al que lo agrede, ¿Será que el Sr. Presidente está apoyando a los delincuentes?
Triste la posición de él ante este veto.
Santa Ana, 22/Agosto/14
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