Me has escrito: > orar es hablar con Dios Pero --- ¿De qué? De de Él, de ti: alegrías, tristezas, éxitos, fracasos, ambiciones nobles, preocupaciones diarias ...., ¡ flaquezas y hacinamientos de gracias y peticiones: y amor y desagravio. En dos palabras concede le y concédete ¡trátale!
Dios todo lo sabe le gusta escucharte pero uno no quiere escucharlo el nos indica lo correcto pero lo no agradable a Dios nos atrae mucho, nuestra alma pecadora es dura y rebelde, si no fuera difícil no tendría valor debemos poner algo de nosotros.
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