Primero, oración; después, expiación; en tercer lugar; muy en tercer lugar, acción.
Lo primero es orar hablar con Dios sin pena y con mucha fe, le sigue expiación hacer sacrifico de reparación a Dios no le importa lo difícil ya que este se une al sacrificio y pasión de Cristo, eso lo hace grande le da valor por ínfimo que sea pues es una unión con el cuerpo de Cristo eso lo revalúa; muy al final la acción, hacer lo que tenemos que hacer,
Santa Ana, 5 de Diciembre del 2020.
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