miércoles, 15 de julio de 2020

Ser Médico

Pienso que la genética tiene mucho que ver con esta profesión pero son las circunstancias de la vida la que hace que la vocación salte.
Antes que yo me decidiera por aceptar la vocación resulta que el padre de mi abuela era un médico de apellido Miranda originario de San Vicente, este señor fue a estudiar a Guatemala ya que solo allí había facultad de Medicina, conoció a mi bisabuela que era de Zacapa procreó con ella unos gemelos que mueren en Zacapa y a mi abuela, esta señora cuando llegó a Santa Ana ya no lo quiso seguirlo y vivió en Santa Ana.
Por el lado de mi papá el oficio es de Chamanes (Personas con capacidad de curar en forma empírica) curaba animales era un veterinario empírico y era sobador (colocaba los huesos de personas y los dejaba muy bien).
Así que por ambos lados la vocación estaba en ambos lados, la genética es evidente pero yo soy yo y mis circunstancias, así es que de ambos lados están los genes.
Las circunstancias son como llamadas a que salte la genética, en mi caso fue el atractivo que sentí cuando tuve la oportunidad de tener en mis manos una calavera ese fue el detonante de mi vocación.
Santa Ana, 15 de Julio del 2020.

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