Titulo desagradable para
referirme a una persona tan querida por mí y por muchos Santanecos que tuvimos
la oportunidad de conocerlo y admirarlo pero que fue un gran maestro de muchas
generaciones, pero quiero narrar la historia de este hombre insigne que no
siendo santaneco amó tanto a este pueblo que se consagro a el en cuerpo y alma.
El forjó el espíritu de muchos hombres importantes de este país que han sido
presidente de más de alguno de los tres poderes del Estado Salvadoreño y que la
vida en la diáspora de este terruño generoso los ha diseminado por los 4 rumbos
cardinales y que forman a muchos otros siempre con las valores humanos bien
claros como son: reconocerse seres humanos, solidarios con los demás,
dispuestos a servir, leales a sus ideales, honrados a carta cabal y lideres en
sus campos como ejemplo del grupo de la promoción de bachilleres 1960 un
ingeniero de la nasa, un dirigente del sindicato de trabajadores de la unión
americana, 3 abogadas y un abogado, 4 médicos todos destacados en sus
especialidades, 4 ingenieros civiles, un Chef de cocina internacional, una
Trabajadora Social y solo 2 no coronaron sus carreras, en muchas ocasiones el
primero y segundo bachiller de la república eran de su colegio y su apodo
nombre cariñoso era el VIEJO se llamaba Manuel Farfán Castro, originario del pueblo de los ausoles
Ahuachapán.
Llegó muy joven a esta ciudad a
trabajar con el Presbítero Padre Núñez, como
sub-director de colegio San Luis, a la muerte del padre el colegio pasó a manos
del Obispo de Santa Ana y fueron llamados los hermanos Maristas, un grupo de
padres de familia le pidieron que fundara un Colegio que se llamó LICEO
SANTANECO, el cual a su muerte fue desapareciendo ya que sustituirlo a él es
imposible, algunos de sus ex alumnos pensamos que fue por falta de visión ya
que bien se pudo formar una sociedad de ex alumnos y vender las acciones y
estos administrar el colegio, pero Dios así lo quiso.
Pero la historia no es tan simple
esto dividió a los jóvenes de esa época en grupos con grandes rivalidades en
ambas partes de la formación en lo académico y en lo deportivo pienso que eso
marcó a muchas generaciones, en el colegio jamás hubieron medallas y al final
solo teníamos un apretón de manos al final del año y las clausuras eran
sumamente sobrias.
GRACIAS DON MANUEL
NUESTRO QUERIDO VIEJO.
Santa Ana, 30 de junio de 2015.
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