La virtud de la prudencia, que es la recta razón, el obrar, nos ayuda nos ayuda a tomar las decisiones correctas en el momento oportuno, también dicta hasta donde debemos llegar con el paciente.
Esta virtud para los médicos es salvadora nos evita dañar al paciente y a nosotros mismos, debemos de conocer en que momento recurrir a una consulta con otros o si definitivamente pasarlo con otro especialista, tener plena conciencia de que el paciente reciba la mejor atención en el momento más oportuno.
Santa Ana, 8 de Diciembre del 2021.
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