Nuestra autosuficiencia nos puede jugar una mala pasada y darnos rasgos amargos.
Se que es una anécdota o un cuento pero es un claro ejemplo de pasarnos; ocurrió hace 50 años ese día tuve mi último privado para irme al año social; usaré los apodos de Cirugía, el Jeke uno de los cirujanos más hábiles que he conocido era ambidextro desesperaba por que para el usar mano derecha o izquierda era lo normal los que le ayudábamos nos confundía pero me gustaba ayudarlo lo invité a ira a almorzar y tomarnos los tragos respectivos.
Mira gordo solo nos hachemos esta colesistectomía cosa de media hora y nos vamos, des pues de hacer la limpieza quirúrgica se decidió a hacer la incisión sub-costal mujer delgada y lomgilinea era la ideal aparece una vesícula ligeramente grande con cístico normal y coledoco normal, en eso esbatimentamos y dice yo nunca he cortado uno. ese si lo cortó, allí empezó el calvario este se retrajo lo encontramos pero no lograba hacerlo llegar, en ese momento llegó Canducho (apodo) uno de los más hábiles cirujanos del País y le dijo la semana pasada me pasó a mí y la paciente se murió ¡bonita ayuda! se solucionó usando un tubo T y pasarlo hasta yeyuno lo cierto es que la paciente salió bien.
Lecciones: 1-No ser prepotentes, 2-Tranquilizarnos y pensar, 3-Pedir ayuda.
Que cena y parranda la que nos hachemos.
Santa Ana, 19 de Diciembre del 2018
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